viernes, 30 de noviembre de 2018

PINTURA


La pintura mitológica es un género artístico, su tema principal son personajes o escenas de la mitología. La más utilizada para proporcionar sus temas artísticos es la mitología clásica (greco-romana) tanto por razones intelectuales como por la excusa que suponía representar
desnudos y muchos mitos de la época.


A continuación vamos a hablar sobre algunas obras de pintores importantes :








"El triunfo de Baco" es una obra que pertenece al autor Diego Velázquez, esta obra también en conocida como "Los borrachos", en esta se representa a Baco como un dios que premia o le regala a los hombres vino, si vino ya que supuestamente este vino hacia que te olvidaras de todos tus problemas , es decir supuestamente Baco era como la representación de la liberación  del hombre en su esclavitud de la vida diaria.         Este autor representa a Baco con un tono de piel        más claro al de los demás para que fuese fácil         diferenciarlo de entre los otros. En esta obra             también hay dos diferencias claves ya que utiliza     dos estilos, lo vamos a diferenciar en dos partes ;     una es el estilo italiano y se inspiró en                       Caravaggio (la parte izquierda) y la otra tiene un     estilo español y se inspiró en Ribera (la parte           derecha)




                                                










"Helena de Troya" es una obra pintada por Anthony Federick Augustus Sandys. Este cuadro es un retrato idealizado de la hija de Zeus y Leda, Helena era esposa del rey Menelao. Se le denominaba como la mujer más hermosa de la tierra, ella sería la causante de la guerra de Troya al ser raptada por París. Helena y los episodios en los que estuvo implicada se convirtieron en fuente constante de inspiración para muchos artistas.  A continuación os voy a explicar para que os la imaginéis, el autor crea un retrato con un cabello pelirrojo ( el ya había utilizado en mas obras este cabello como por ejemplo en María Magdalena) y unas facciones bellas y clásicas y con unos ojos claros. A su vez la protagonista refleja la actitud de quien reconoce el trágico final que le depara el futuro.  


  






     Apolo y Dafne es un cuadro del pintor italiano        Francesco Albani. Lo ejecutó entre 1615 y 1620      y está ubicado en el Museo del Louvre. La obra        escenifica un pasaje de la leyenda descrito por          Ovidio en Las metamorfosis. Este mito habla          sobre que el dios Eros quiso vengarse de la              arrogancia de Apolo hiriendo con una flecha            dorada que causa un amor inmediato. A la ninfa      Dafne la hirió una flecha de plomo que causaba el efecto contrario, el rechazo amoroso. Cuando Apolo vio a Dafne se lanzó en  su persecución mientras que ella huía de él. Finalmente, el padre de Dafne la convertiría en un árbol instantes antes de ser alcanzada por Apolo, escena también muy representada en el arte.










Las hijas de Zeus fueron representadas a lo largo de la historia del arte como ejemplo de belleza ideal. En este caso, Aglaya, Talia y Eufrósine son tres diosas, del gusto del pintor y su época, que bailan conectadas por las manos. Van desnudas, apenas tapadas por un velo transparente que amplifica todavía más la sensación de sensualidad.  A este cuadro se le llama Las tres gracias.
Era el canon del siglo XVII: tías buenas con cuerpos rellenitos, caderas anchas y generosas carnes. La celulitis era síntoma de buena salud, los michelines de buena posición social. Todo lo contrario que los esqueletos que nos quieren vender hoy como belleza.      




Venus, diosa romana del Amor y la Belleza, es accidentalmente herida por su hijo Cupido con una flecha, desencadenando así su pasión por Adonis, una historia de amor que acabara con la trágica muerte del héroe. La escena está basada en las Metamorfosis de Ovidio (libro X), una de las fuentes mitológicas más importantes para los artistas de la época. La composición y técnica pictórica de esta obra es un buen ejemplo de las diferentes influencias que Annibale Carracci recibió y reinterpretó a lo largo de su vida.Se conservan varios dibujos preparatorios para esta obra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, en la Galleria degli Uffizi en Florencia y en el British Museum en Londres, y una copia antigua en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Obra maestra del menor y más reputado miembro de la familia Carracci, fue adquirida por Felipe IV en 1664 a los herederos del aristócrata genovés Giovanni Francesco Serra (1609-1656).


                                             






Andrea Guillén Rodríguez

















































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